¿Qué podemos hacer para prevenir los impactos sociales y ambientales por proyectos de inversión China? Escuchemos, dialoguemos y tomemos acciones
En el marco de un conversatorio, por primera vez en Bogotá, se dieron cita la sociedad civil y la academia junto a entidades públicas y privadas de China y Colombia, para abrir el diálogo sobre los retos y oportunidades de la relación comercial entre el país asiático y América Latina. Se busca que los resultados de esta primera discusión sean insumo para el establecimiento de una plataforma de intercambio continuo entre los tres sectores.
Bogotá D.C, 16 de agosto de 2019.
En la tarde del pasado 14 de agosto en Bogotá se llevó acabo el conversatorio “La creciente presencia de China en Colombia y América Latina: un diálogo en el marco de la cooperación 3×3”. El encuentro fue convocado por la organización Ambiente y Sociedad junto con el Observatorio Asia-Pacífico de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Cámara Colombo-China de Inversión y Comercio. Durante el encuentro se resaltó la necesidad de abrir espacios de diálogo entre empresas chinas, financiadores y comunidades para la prevención de conflictos sociales y ambientales en la ejecución de megaproyectos.
“A partir del libro blanco que sacó China en el 2016 hablando sobre cuáles eran las áreas de interés en las que quería invertir en Latinoamérica, encontramos que ya no son únicamente áreas a nivel extractivo, sino de infraestructura, energía, tecnología. En ese sentido creo que el trabajo también es desde Latinoamérica preguntarnos ¿qué tipo de inversión queremos atraer? y ¿Qué espacios podemos dar a estas empresas para que inviertan en nuestros países?” declaró Lina Álvarez del Observatorio Asia-Pacífico, Universidad Jorge Tadeo Lozano.
La experiencia al nivel regional también se ha replicado en el contexto nacional colombiano. La creciente financiación china de proyectos de infraestructura, energía e hidrocarburos—desde el metro de Bogotá hasta la producción de energía solar en el Meta—también es muestra de una relación que está destinada a ser más estrecha en los años por venir.
Ante esto, Jaime Suárez de la Cámara Colombo-China de Inversión y Comercio advirtió que, en este momento, China es el segundo socio comercial para las exportaciones colombianas y se proyecta que, durante los próximos 40 años, Colombia tenga una relación mucho más dinámica con China, es decir mayor presencia de productos colombianos en el mercado de este país.
“China representa una oportunidad, pero tenemos que ser inteligentes en la forma cómo nos relacionamos con ellos, pues no va a resolvernos todos nuestros problemas, nosotros tenemos que empoderarnos de nuestra relación con China, y decidir qué tipo de relación tenemos con ellos para que sea una relación gana-gana” manifestó David Castrillón, profesor de la Universidad Externado.
Temáticamente, este conversatorio se dio en el marco del modelo de cooperación 3×3 propuesto por el primer ministro chino Li Keqiang, en su visita a la región hace unos años. El modelo hace un llamado al intercambio y la coordinación entre el sector privado, la sociedad y el gobierno en la relación con China, para propiciar el desarrollo apropiado de la construcción de las tres grandes vías (logística, energética e informática) y de la ampliación de los tres canales de financiación (fondos, créditos y seguros). En este marco también es necesario involucrar la discusión sobre los impactos de los proyectos y la aplicación de políticas sociales y ambientales.
Si bien, hoy encontramos que China ha invertido en proyectos de infraestructura o energías alternativas que han sido reconocidos positivamente por los gobiernos también podemos encontrar varios ejemplos de proyectos que tienen diferentes problemas y conflictos socioambientales, tal es el caso en Bolivia donde se han presentado múltiples denuncias públicas sobre las vulneraciones de derechos socio laborales en algunos megaproyectos.
Sobre este tema, desde hace 6 años varias organizaciones de la sociedad civil latinoamericanas entre esas Ambiente y Sociedad de Colombia, han decidido hacer un acompañamiento constructivo a los proyectos de inversión provenientes de China, monitoreando los impactos sociales y ambientales de estos grandes proyectos, actuando como puente entre las partes involucradas e informando sobre mejores prácticas para que los proyectos chinos en el país tengan resultados de tipo gana-gana.
Margarita Flórez, directora de Ambiente y Sociedad señaló “Creemos que la información debe ser pública, la ciudadanía debe tener injerencia en los proyectos, no desde lo que dice la licencia ambiental sino desde el momento en que se esté estructurando. Este ejercicio ha faltado en Colombia y hoy está conduciendo a una multiplicidad de conflictos sociales y ambientales”.
“Como Banca de Desarrollo es importante que se construya la vía, pero que se haga respetando las comunidades. El proyecto en ultimas tiene una ubicación geográfica y tiene unas personas alrededor que van a tener que convivir por décadas con este proyecto, entonces ese es un estándar que no es negociable, tiene que haber un respeto por el medio ambiente y temas de seguridad y salud en el trabajo. No es construir a cualquier costo, es construir con condiciones dignas” Pablo Botero de la Financiera de Desarrollo Nacional.
Vanessa Torres, subdirectora de Ambiente y Sociedad, agregó “hablar con China resulta complicado por la diferencia en los conceptos de derechos humanos, por eso consideramos que este tipo de estrategias de abrirnos un poco más allá de la crítica socio ambiental puede funcionar para llegar a sentarnos en una mesa amplia y que sea participativa, no solamente con organizaciones de sociedad civil, también con comunidades”
Mayor información: Alicia Gomez/aliciagomez@ambienteysociedad.org.co (+57-3204821467)