- Pueblos indígenas, comunidades locales, colectivos afrodescendientes y algunas decisiones sobre financiación son los temas más destacados que dejó el evento. Aunque faltaron avances en financiamiento para la acción climática.
Si bien la COP16 se terminaba oficialmente el 1 de noviembre, las decisiones en la Plenaria se prolongaron hasta la mañana del 2 de noviembre. Tras las discusiones que dejó este evento para el país, queremos resaltar algunas de las iniciativas más significativas que dejó la negociación y también enfatizar algunos puntos grises que quedaron sin concretarse.
Financiamiento: Fondo Cali y secuencias genéticas
Durante la recta final de negociaciones las partes acordaron la creación del ‘Fondo Cali’. Este será un nuevo mecanismo para que las grandes empresas y transnacionales que aprovechan y crean productos comerciales utilizando secuencias genéticas digitalizadas (DSI por sus siglas en inglés), destinen voluntariamente un porcentaje de sus ganancias al Fondo Cali.
El nuevo Fondo está pensado, por ahora, para siete sectores industriales: farmacéutico, cosmético, nutracéuticos (relacionado con suplementos nutricionales), biotecnología, manejo y reproducción de animales y plantas, investigación en secuenciación genética y los servicios de información científica y técnica. Se estima que, dependiendo del porcentaje que estas industrias destinen al Fondo Cali, este podría recoger alrededor de un billón de dólares cada año.
Por ahora, se ha acordado que al menos el 50% de lo que se recoja se destinará a Pueblos Indígenas y Comunidades Locales, aunque aún falta por acordarse algunos detalles técnicos del Fondo, como el mecanismo de distribución específica de estos recursos o si estos se destinarán directamente a las comunidades o se distribuirán entre los gobiernos. También falta por conocerse cuáles son los países específicos que se podrán beneficiar de este fondo.
Además, desde AAS vemos con preocupación que el carácter del Fondo es voluntario, por lo que esta bolsa de financiamiento no es vinculante para las Partes. Asimismo, consideramos que el porcentaje de las ganancias que estas empresas pueden aportar al fondo (el 1% de sus beneficios o el 0,1% de sus ingresos) es marginal en comparación con sus ganancias y el desconocimiento sobre cómo se distribuirá pueden quitarle impulso y relevancia al Fondo Cali.
Órgano Subsidiario y programa de trabajo sobre el Artículo 8j
Tal vez las decisiones de mayor impacto acordadas durante la COP16 son las relacionadas con Pueblos Indígenas y Comunidades Locales. Por un lado, los representantes de estas poblaciones lograron que se aprobara la creación de un nuevo Órgano Subsidiario para el Artículo 8j con carácter permanente que tendrá por objetivo asesorar y brindar recomendaciones en lo relacionado al conocimiento tradicional, prácticas e innovaciones de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales para la implementación del CDB.
Según ha explicado el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la creación de este Órgano “permitirá fortalecer el trabajo entre países, Pueblos Indígenas y Comunidades Locales del mundo en la definición de criterios, acciones y programas asociados a los conocimientos, innovaciones y prácticas asociadas a la biodiversidad”.
El nuevo Órgano Subsidiario entrará a reemplazar al Grupo de Trabajo dedicado a la implementación del Artículo 8J del CDB y que se creó hace 26 años. Además, se suma a otros Órganos creados previamente, como el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico y el Órgano Subsidiario de Implementación.
El recién creado Órgano Subsidiario debe desarrollar y presentar su metodología de trabajo o “modus operandi” para ser adoptado por las Partes en la próxima COP17, que se realizará en Armenia.
El documento aprobado solicita al nuevo Órgano Subsidiario a desarrollar sus mecanismos de operación considerando cuatro elementos:
- La participación plena de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales.
- La eficiencia de sus costos de operación.
- El reconocimiento de que es un proceso liderado por las Partes.
- El establecimiento de criterios claros para la selección de representantes indígenas y de comunidades locales.
Inclusión de afrodescendientes
Una de las mayores apuestas del gobierno colombiano para la COP16 fue el reconocimiento específico y diferenciado de los afrodescendientes como protectores de la biodiversidad, dentro del Artículo 8J. La propuesta realizada por Colombia y Brasil fue uno de los temas que más ampliamente se discutió durante las dos semanas que duró la conferencia.
La idea detrás de la propuesta era poder distinguir y reconocer que los afrodescendientes, con sus distintas formas de gobernanza, habitan zonas de alta biodiversidad y que en relación con su identidad cultural, han desarrollado prácticas y modos de vida tradicional y ancestral que están directamente ligadas a la conservación efectiva de la naturaleza.
La inclusión de afrodescendientes en el contexto del CDB no es una discusión nueva en el marco de la COP16. Por ejemplo, en la pasada COP15, realizada en Montreal, las partes en el Convenio sobre Diversidad Biológica lograron adoptar la recomendación 3/12 del Órgano Subsidiario sobre la Aplicación, el cual instaba a continuar “trabajando con (…) el Foro Permanente de Afrodescendientes sobre temas relacionados con la diversidad biológica y los conocimientos tradicionales”.
De acuerdo con la Ministra de Ambiente, Susana Muhammad, este reconocimiento no solo es simbólico, sino que se traducirá en recursos para “financiar iniciativas enfocadas en la conservación y gestión sostenible de la biodiversidad”.
Aunque Colombia y Brasil habían contemplado en su propuesta que en el CDB los afrodescendientes se mencionasen como ‘Pueblos’ o ‘Comunidades’, en la decisión final las partes se decantaron por aprobar su reconocimiento en calidad de colectividades que entrañan modos de vida tradicionales.