¿Dónde va mi botella?

Natural | 24/02/2015 – 00:00h

ANTONIO CERRILLO

Barcelona

¿A dónde va el envase usado de mi botella de plástico depositada en el contenedor amarillo? Es una pregunta que pueden hacerse muchos ciudadanos. La realidad es que el reciclado del PET (material muy valorado usado en las botellas transparentes de aguas o refrescos) está más que garantizado, sobre todo si se deposita en el contenedor amarillo. En España, hay 16 empresas recicladoras de plástico PET homologadas.

El primer destino de todos los plásticos del contenedor amarillo es una planta de selección, donde los materiales son seleccionados por tipología en balas (polipropileno, film, briks, latas, PET y plástico de mezcla), antes de viajar a plantas de reciclado

La planta de reciclado de botellas de PET más grande de España está en Chiva (Valencia), en donde la empresa PET Compañía para su Reciclado, del grupo italiano Dentis, puede tratar 80.000 toneladas anuales de estas botellas.

El material que llega a la fábrica de Chiva procede tanto de las plantas de selección de envases (recogidos selectivamente) como de las plantas convencionales de residuos sólidos urbanos (pues el contenedor gris incluye envases recuperables, aunque mucho más sucios).

El plástico PET sufrirá diversos procesos (selección, limpiezas y distintos lavados) antes de ser triturado y convertido en una escama (pequeños trocitos fragmentados de plástico transparente) que, una vez limpia y secada, constituye la materia prima para ser transformada en diversas aplicaciones. Las escamas servirán para fabricar nuevas botellas, láminas, bandejas de envases, o flejes de sujeción para embalar, entre otros usos.

Ecoembes (sistema que planifica el sistema) afirma que la tasa de reciclado de los envases PET alcanza el 57,8%. En cambio, otras fuentes de la industria rebajan esta tasa al 25% del PET virgen que se pone en el mercado, lejos de cifra que se dan en países como Alemania. La aociación Anep replica que ese porcentaje no incluye otros usos del PET (radiografías, láminas de las máquinas expendedoras antidisturbios, cuerdas de escalar…)

El insuficiente nivel de recuperación de estos materiales ensucia las calles con botellas que incluso llegan al mar. Por ejemplo, las costas de la Comunitat Valenciana registraron el año pasado 39 tortugas marinas varadas, de las cuales cuatro estaban vivas, mientras que en diez necropsias se vio que en el 80% de los casos había presencia de plásticos en sus cuerpos, según un estudio de la Generalitat.

Mientras la empresa PET Compañía, el empresario Javier Goyeneche y cofradías de pesca del Levante promueven un proyecto para recoger las botellas de plástico del mar que frecuentemente aparecen en las redes de los barcos, para convertirlas también en escamas.

“Con este proyecto, queremos demostrar que la industria del reciclado de plástico está comprometida con la defensa del medio ambiente y podemos convertir los residuos en materia prima de alta calidad para la fabricación de hilo textil, por ejemplo”, dice Corrado Dentis, propietario de la fábrica de Chiva. Este empresario italiano no descarta que en el futuro, si se obtiene material de calidad, la fábrica de Chiva, pueda afrontar la transformación de las botellas de PET en poliéster reciclado para hilo textil, aunque “actualmente es una opción más factible destinarlo a las aplicaciones citadas anteriormente”, dice. “Debemos ver cómo evoluciona el mercado”, dice Fernando Martínez, su director general.

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