Fuente: EFE VERDE
El Gobierno francés y los otros 195 países implicados en la consecución de un acuerdo de lucha contra el cambio climático en la Cumbre de finales de año en París tratan de lograr un pacto “transparente” y “basado en la confianza”, para evitar las negociaciones ocultas que hicieron fracasar la cita de Copenhague.
Así lo destacaron hoy representantes de los dos países que lideran las negociaciones de cara a esa euncumbre: la embajadora de Francia en la Cumbre de París (COP21), Berengere Quincy, y Mariano Castro, viceministro de Medio Ambiente de Perú, que albergó la última conferencia del clima y que colabora en la organización de la siguiente.
En un debate con cinco expertos moderado por el ex presidente holandés Jan-Peter Balkenende, Castro confesó que los anfitriones de la COP21 tratan de evitar las “reuniones ocultas” que las grandes potencias económicas celebraron en la fallida cumbre de Copenhague (2009) dando la sensación al resto de países de que “se trataba de imponer un acuerdo”.
“Tratamos de eludir aquel error construyendo un acuerdo basado en la confianza” y nuestras perspectivas son optimistas, indicó el viceministro peruano.
Un acuerdo cimentado en la confianza
Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático de España durante Copenhague y actual directora del Instituto francés para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), coincidió en que el acuerdo de París se cimenta sobre la base de la “confianza”.
Una confianza fundamentada en la asunción de que el problema es común y la responsabilidad de combatirlo cooperativa y global, lo que implica compartir conocimiento “para entre todos construir un futuro descarbonizado”.
A juicio de Ribera, París ha aprendido de Copenhague que lograr un acuerdo global requiere esquivar atajos, como los que trataron de tomarse en 2009, y construir un pacto basado en la solidaridad y el aprendizaje común.
Tanto Ribera como la embajadora francesa coincidieron en que París debe ser el punto de partida para un cambio profundo hacia una economía baja en carbono o descarbonizada.
La embajadora francesa apuntó, además, que Francia entiende la COP21 como una “cumbre inclusiva”, con un debate transversal entre todos los departamentos que integran los gobiernos, no sólo los de medio ambiente como venía sucediendo hasta ahora.
Quincy recalcó que el Gobierno francés persigue que el futuro acuerdo climático se base en cuatro pilares: ambicioso, legalmente vinculante, sólido y con visión a largo plazo.
Acelerón a las negociaciones
La embajadora reconoció que hace falta “acelerar” las negociaciones de cara a ese pacto y que el borrador del mismo debe implementar la ambición de los países en los años previos a 2020, cuando entraría en vigor.
Y es que Quincy asume que los compromisos de reducción de emisiones presentados por los países para ese acuerdo serán insuficientes para que la temperatura del planeta no aumente más de 1,5 grados a finales de siglo.
Los representantes de Francia y Perú explicaron que ambos países trabajan en una “agenda de las soluciones” de cara a la COP21 para animar a las empresas a invertir en tecnologías disponibles y en innovación frente al cambio de modelo energético, económico y productivo que emergería tras el nuevo pacto climático.
En esa línea, la directora del Centro Regional para América Latina y el Caribe en apoyo del Pacto de las Naciones Unidas, Diana Chávez, instó a los gobiernos a alcanzar un acuerdo ambicioso en París como les reclamó la mayoría de la ciudadanía en una encuesta reciente.