Por: redacción AAS
El 13 y 14 de septiembre, la Asociación Ambiente y Sociedad asistió a un encuentro en Panamá en el que participaron cerca de 70 organizaciones de la sociedad civil de la región. El evento, convocado por la Unión Europea – UE, tuvo por objetivo discutir alrededor de la implementación de los Acuerdos de París y, en especial, proponer alternativas para integrar a la sociedad en la construcción de los planes e implementación de las Contribuciones Previstas y Nacionalmente Determinadas (iNDC, por sus siglas en inglés).
La UE pretende reunir las observaciones y críticas de la sociedad civil para dirigirlas a los gobiernos de los países de Centro, Suramérica y el Caribe. De esta manera, el Seminario Regional sobre Cambio Climático para Organizaciones de la Sociedad Civil de América Latina, como nombraron el encuentro, fue un espacio para trabajar coordinadamente y buscar consenso alrededor de cuáles son las urgencias en materia ambiental para la región.
Ante el compromiso que asumieron 195 países para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y evitar el incremento de la temperatura global en más de 2 grados, las organizaciones de la sociedad civil de cada país se concentraron en elaborar tres propuestas para dirigir a sus respectivos gobiernos.
En el caso colombiano, las organizaciones Ecofuturo, Patrimonio natural, Corposur, ONF Andina, Fondo Acción y Asociación Ambiente y Sociedad coincidieron en la necesidad de pedirle al gobierno espacios de articulación entre las distintas organizaciones de la sociedad civil, comunidades, entes de gobierno y el sector privado. De esta manera pretenden llevar a cabo un desarrollo e implementación articulada de las INDC colombianas con cuatro instrumentos específicos:
- Los planes regionales de ordenamiento y desarrollo territorial
- Los acuerdos de La Habana
- Los objetivos de desarrollo sostenible
- El memorando de entendimiento entre Colombia, Noruega, Alemania y Reino Unido.
Los representantes de las organizaciones de Ecuador, Perú y Uruguay recomendaron fortalecer la participación de la sociedad civil por medio de espacios territoriales y multisectoriales. Los participantes de la sociedad civil cubana, por su parte, recomendaron fortalecer las capacidades institucionales, científicas y financieras que permitan diversificar la matriz de desarrollo. Las organizaciones de Nicaragua recomendaron que su país presentará INDC de adaptación y las de República Dominicana recomendaron un enfoque de país sobre adaptación basado en ecosistemas e incremento de resiliencia en comunidades. Los participantes de países como México, Argentina y Chile centraron su atención en la transparencia, los indicadores de cumplimiento y rutas de implementación más claras y coherentes.
Pero en general, estas últimas fueron quejas recurrentes dentro de los asistentes. Por ejemplo, tal como se discutió en una reunión previa a este evento, aún hacen falta marcos políticos y legales claros para que el sector privado pueda exigir a las instituciones nacionales o multilaterales con quienes se gestionan recursos financieros que tengan planes y sistemas de monitoreo en materia de cambio climático.
Además, en muchos sectores de la sociedad no saben qué acciones sirven, qué políticas hay por parte de los gobiernos locales o cómo obtener recursos para financiar sus proyectos con un impacto positivo en el medio ambiente. Milena Bernal, investigadora de Ambiente y Sociedad que participó en el Seminario, cuenta que muchas organizaciones observan que no hay participación porque no hay articulación con campesinos, pequeños productores o comunidades locales en general. Los representantes de la sociedad civil en Panamá coincidieron en que en muchos sectores de la sociedad no tienen conocimiento o claridad sobre los impactos del cambio climático y no prevén cómo esto puede afectar la gestión de sus territorios.
Más allá de los resultados que puedan conseguirse a través del apoyo de la UE, el encuentro fue una oportunidad para encontrar sinergias entre distintas organizaciones. Este es un punto de partida para que la sociedad civil ejerza presión y encuentre el camino para participar en las estrategias orientadas a reducir los impactos del cambio climático.