La actuación de muchas empresas transnacionales (ETNs) y otras empresas causa devastación de los medios de vida, territorios y ambiente de las comunidades allí donde ellas operan; buscan la mercantilización de servicios esenciales y de la naturaleza misma. Muchas empresas violan también, o son cómplices, de violaciones a los derechos humanos y laborales, erosionan las bases de la soberanía alimentaria, contaminan las aguas y la tierra, y saquean los recursos naturales.