The Nature Conservancy
Febrero, 2017
Las cuencas hidrográficas saludables son una infraestructura natural vital para casi todas las ciudades del mundo, ya que captan almacenan y filtran el agua; y aportan beneficios para la conservación de la biodiversidad, la adaptación y mitigación frente al cambio climático y la salud y el bienestar humanos. En la actualidad, se calcula que 1700 millones de personas que viven en las mayores ciudades del mundo dependen del suministro de agua desde cuencas hidrográficas a menudo situadas a cientos, si no miles, de kilómetros de distancia. Para 2050,
esas cuencas hidrográficas urbanas alimentarán hasta a dos tercios de la población mundial, a pesar de que cubren sólo un tercio de la superficie terrestre. Las ciudades — en tanto que focos de empleo, servicios e inversión— serán claramente las impulsoras del crecimiento económico. Para crecer de manera sostenible, las ciudades necesitan desempeñar un papel activo en la protección de las fuentes de agua de las que dependen las personas y la naturaleza, pero no pueden hacerlo por sí solas. Las cuencas hidrográficas constituyen un espacio común de acción para quienes trabajan para construir ciudades resilientes, mejorar
la seguridad hídrica, impulsar el desarrollo sostenible y crear un clima estable.
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