Más de 300 personas se dieron cita el sábado 23 de agosto en la Casa Cultural Lolita para nuestra primera Feria Ambiental. Ni siquiera una incipiente lluvia impidió a los asistentes acercarse a conocer y participar en los distintos espacios que planteamos para dialogar con la ciudadanía nuestro trabajo, la defensa ambiental e, incluso, políticas nacionales para mitigar el cambio climático.
Sazonado con maíz pira y algodón de azúcar, este evento recibió a curiosos e interesados en la protección del ambiente. Así vivimos esta jornada única.
Sembrando conciencia ambiental en la ciudadanía
Como organización de la sociedad civil teníamos una misión clara con este evento: impactar positivamente en la ciudadanía y vincularlos con el cuidado ambiental y la defensa de la vida de comunidades y pueblos que protegen nuestros ecosistemas.
Por eso, fue una victoria ver el auditorio lleno y participativo en nuestros distintos eventos, como:
- Presentación de documentales y videos sobre los procesos de defensa territorial de Cartagena del Chairá, inspirando aprendizajes sobre resiliencia, lucha colectiva y otras maneras de relación con el territorio.
- Círculo de la palabra sobre las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), su importancia y la necesidad de entender cómo mitigar el impacto de los países frente al cambio climático, incluso partiendo de pequeñas acciones individuales.
- Diálogo sobre lo que ha implicado nuestro trabajo estos 13 años con procesos extensos y difíciles como la ratificación del Acuerdo de Escazú, con la participación de Lina Muñoz (profesora de la Universidad del Rosario) y Mauricio Madrigal (investigador de WWF Colombia), dos aliados estratégicos en la defensa del ambiente.
- También contamos con la participación del colectivo La Cuarta Raya del Tigre, quienes realizaron una actividad para despertar la curiosidad, imaginación y amor por el ambiente en niños.

Espacio para la cultura y la generación de redes
La jornada comenzó, como no podía ser de otra manera, con la presentación musical del grupo de música andina Medicinal Waymunara. Para ese momento, Casa Lolita alojaba a casi 30 emprendimientos locales de Bogotá, de regiones cercanas como Cajicá y de territorios como Cartagena del Chairá, en Caquetá. También nos acompañó un grupo de recicladoras bogotanas dedicadas a transformar grasa desperdiciada en jabón y latas en productos de adorno.
Allí, los asistentes pudieron conocer colectivos de gestión de textiles y ropa usada, reciclaje y transformación de latas, grasa y otros tipos de elementos, encurtidos, mermeladas, mieles, dietas saludables para perros, bordado, joyería, alfarería y muchas ofertas más.
Esperamos que para estos emprendimientos el espacio haya sido de provecho, hayan conocido otras iniciativas y se creen nuevas conexiones y redes para trabajar a futuro.
Terminando la tarde y para el cierre de la Feria, Papa con Yuca, conjunto de la escuela de músicas tradicionales del territorio Techotiba en Bogotá, hizo bailar a los asistentes con distintos ritmos andinos y colombianos.
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Para Ambiente y Sociedad fue un espacio de mucho aprendizaje y enseñanzas. Una de estas y tal vez la más importante es que la ciudadanía sí está interesada en escuchar y entender sobre el ambiente y temas técnicos como las NDC o complejos como el Acuerdo de Escazú y la defensa de los derechos de personas defensoras del ambiente.
Nos llevamos el compromiso de seguir creando espacios de encuentro, diálogo y movilización ciudadana, convencidos de que sólo juntos – en comunidad- podremos enfrentar los retos socioambientales que tenemos como país.





