La receta de ECO para el éxito
Mientras que Francia es famosa por una cocina de chuparse los dedos, el texto de negociación de la COP21 necesita grandes cambios para evitar dejar un mal sabor en la boca de todos.
Los copresidentes han traído de la cocina una comida incompleta con elementos insulsos de origen incierto. Fundamen-talmente, a todo el documento le falta ese ingrediente clave necesario para permanecer en la carrera de una estrella Michelin: ambición.
Para empezar, la ambición y la durabilidad del régimen internacional sobre el clima deben ser asegurados a través de un mecanismo de examen y revisión basado en los principios de equidad y respon-sabilidades comunes pero diferenciadas, el cual debe funcionar aumentando con el tiempo la ambición de las Partes a fin de limitar el calentamiento global a 1,5 ° C por encima de los niveles preindustriales.
Es evidente que la propuesta “Global Stocktake” no tiene ese corte. CAN propone la adopción de un Mecanismo de Ambición de París (PAM) que uniría y sincronizaría los compromisos de mitigación, de finanzas y de adaptación de las Partes, en ciclos de 5 años. El PAM debería combinar una revisión científica de la suficiencia y la equidad de los compromisos de las Partes con el apoyo a la ejecución para países que deseen actuar más allá de sus capacidades internas. Cabría celebrar la 1ra ronda de revisiones antes de 2020.
Un buen chef piensa a través de una comida, desde el amuse-bouche al digestivo. De igual manera, este acuerdo debe ser pensado a través de todo el camino hasta la meta a largo plazo.
Por eso los países deben comprometerse a alcanzar la completa descarbonización mundial y una transición a 100% de energías renovables para el 2050, y desarrollar estrategias nacionales de descarbonización basadas en el despliegue acelerado de eficiencia y tecnologías renovables.
La sección de adaptación del acuerdo ha de incluir un llamado a mayor apoyo financiero para adaptación, y reconocer que por un aumento de temperatura se requiere mayores esfuerzos en adaptación, y las necesidades de adaptación también aumentan con un menor nivel de ambición en mitigación.
En Pérdidas y Daños, el Acuerdo de París no puede limitarse a señalar el problema. Debería asegurar que los arreglos institucionales bajo el Acuerdo fortalezcan continuamente el apoyo por pérdidas y daños, en sección separada de la adaptación.
El proyecto actual no asegura la previsibilidad y adecuación de futuro apoyo financiero. En la última sesión, el G77 clamó por que el Acuerdo de París estableciera objetivos colectivos para el apoyo financiero a intervalos periódicos. Para ECO, esto tiene mucho sentido, especialmente si hay objetivos separados para apoyar adaptación y mitigación de fuentes públicas, acompañadas de acciones reales para cambiar el rumbo de las inversiones privadas y públicas.
Deben ser inscriptos en el Acuerdo, firmes compromisos de parte de los países desarrollados y de otros con capacidad y responsabilidad comparables, a fin de contribuir al cumplimiento de estos objetivos. ECO también sugiere la re-inserción del texto del apoyo a los países receptores en la evaluación de sus necesidades para las acción adicionales, para facilitar dicho apoyo.
Las decisiones de la COP sobre la acción pre-2020 deben catalizar la aplicación en el terreno mediante el fortalecimiento de los PTE (TEPs), el designar a los mejores para más oportunidades de mitigación, proveyéndoles de las necesarias finanzas, tecnologías, y del apoyo a la creación de capacidades. El texto también debe crear procesos de identificación de las necesidades de apoyo a la adaptación y la cooperación en diferentes niveles. Fundamentalmente, los países desarrollados deben demostrar cómo pretenden ampliar las finanzas públicas a fin de cumplir con su compromiso de movilizar US $ 100 mil millones anuales para 2020.
París debe instalar el medio de evitar doble contabilización de los créditos utilizados en las transferencias internacionales, establecer principios duraderos para garantizar la calidad de los créditos utilizados, y su contribución al desarrollo sostenible.
Por último, un paquete de París palatable debe garantizar el respeto de los derechos humanos, respondiendo a las necesidades de las personas y las comunidades a través de fuertes disposiciones sobre la participación pública.
Sólo cuando un menú se prepara será ECO poder decir verdaderamente: bon appétit!