CONSERVANDO LA ATMÓSFERA PARA LAS GENERACIONES VENIDERAS
LA PROTECCIÓN DE LA CAPA DE OZONO CUMPLE SU 25º ANIVERSARIO
Naciones Unidas, 19/9/2012, (Ecoestrategia).- El Protocolo de Montreal, acuerdo internacional concertado para eliminar gradualmente los productos químicos que atacan la capa protectora de ozono, de importancia vital para la Tierra, celebró su 25º aniversario como escaparate del éxito de la cooperación mundial en el ámbito del medio ambiente, bajo el lema “Protegiendo nuestra atmósfera para las generaciones venideras”.
El Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, firmado el 16 de septiembre de 1987, ha logrado evitar el proceso de destrucción de la capa de ozono que protege a la Tierra de los nocivos rayos ultravioletas del Sol.
Al respecto, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró que “debido a la eliminación gradual a escala mundial del 98 por ciento de los gases contenidos en los productos de consumo, industriales y agrícolas que agotan la capa de ozono, esta se encuentra ahora en la senda para recuperarse a lo largo de los cinco próximos decenios”.
“Gracias al Protocolo se han evitado millones de casos de cáncer de piel y de cataratas, así como los efectos nocivos de las radiaciones ultravioleta en el medio ambiente”, sostuvo Ban Ki-moon en su mensaje para conmemorar el pasado Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
“Además, el Protocolo ya ha catalizado innovaciones considerables en la industria de fabricación de productos químicos y de equipos, lo que ha traído consigo sistemas de refrigeración más eficientes desde el punto de vista de la energía y más inocuos para el medio ambiente”, señaló el Secretario General de la ONU.
Muchos productos químicos que agotan el ozono, tales como los clorofluorocarbonos (CFC) que se usaban tiempo atrás en productos como refrigeradores y atomizadores, se han ido eliminando gradualmente en aplicación del Protocolo de Montreal.
Sin embargo, se ha producido un aumento de la demanda de sustancias de sustitución, en particular de hidroclorofluorocarbonos (HCFC), lo que en 2007 condujo a un acuerdo para acelerar la eliminación gradual de los HCFC, que se utilizan con frecuencia en los sistemas de aire acondicionado, pues éstos son generadores de efecto de invernadero.
La situación de la Antártida
Igualmente, el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Michel Jarraud, subrayó que “habida cuenta de que muchas de las sustancias que agotan la capa de ozono son también potentes gases de efecto invernadero, el Protocolo de Montreal ha resultado ser un instrumento de doble utilidad, pues aporta beneficios tanto a la atmósfera como al sistema climático”.
Jarraud explicó que las actividades del Programa de Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM han permitido alcanzar una comprensión más cabal de la relación existente entre el agotamiento de la capa de ozono y el cambio climático.
“Así pues, al celebrar este 25º aniversario, rendimos tributo a los cientos de científicos que han tenido que afrontar terrenos inhóspitos —en particular la Antártida, donde se alcanzan temperaturas de hasta 50 centígrados— con el fin de llevar a cabo las observaciones e investigaciones necesarias para entender los cambios de nuestro medio ambiente”, afirmó el Secretario General de la OMM.
Si bien con el Protocolo de Montreal se ha logrado reducir la producción y el consumo de las sustancias químicas que destruyen la capa de ozono, se trata de sustancias que perduran largo tiempo en la atmósfera, por lo que pasarán varios decenios antes de que su concentración atmosférica pueda volver a los niveles registrados antes de 1980.
Alrededor del año 2000 se registró una concentración récord de gases que agotan la capa de ozono en la estratosfera de la Antártida, que está disminuyendo actualmente a un ritmo anual situado en torno al 1 por ciento.
En el último decenio, el ozono estratosférico en las regiones del Ártico y la Antártida, así como en el mundo entero, ha dejado de disminuir, aunque no ha dado todavía signos de recuperación. Se prevé que la capa de ozono de fuera de las regionales polares alcance, antes de mediados de este siglo, los niveles registrados antes de 1980. Por el contrario, se prevé que la capa de ozono sobre la Antártida tarde mucho más tiempo en recuperarse.
El agujero de ozono sobre la Antártida es un fenómeno anual recurrente, que se produce en invierno y primavera debido a unas temperaturas extremadamente bajas en la estratosfera y a la presencia de sustancias que agotan la capa de ozono. Por lo general, ese agujero alcanza su máxima extensión durante la segunda mitad de septiembre y su máximo espesor durante la primera mitad de octubre.
Más información en: http://ozone.unep.org/