Ambiente y Sociedad se une a la celebración del día internacional de la Mujer este 8 de marzo y llama a que el‪ #‎DíaDeLaMujer sea una fecha para reivindicar sus derechos.

“El riesgo de ser mujer en Colombia”, es una frase que deseamos borrar definitivamente pero que pese a los grandes avances en el empoderamiento y las mejoras de la calidad de vida, las colombianas mujeres y niñas siguen expuestas a altos niveles de violencia basada en género. Maltrato intrafamiliar, diferencia de salarios y discriminación son algunos casos que  evidencian  el debilitamiento de las políticas y legislaciones para la promoción de la igualdad de género en el país.

Es por esto que en el Día Internacional de la Mujer, Ambiente y Sociedad alza su voz junto con el movimiento mundial Acción/2015 para asegurarnos de que la mejora de la vida de las niñas y mujeres estén en el centro de dos cumbres importantes del 2015: La cumbre de la ONU sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Cumbre del Cambio Climático COP21, negociaciones que pueden ser la más importantes de la historia para las mujeres.

Algunos de los avances que se podrán acordar este año incluyen un acuerdo de tolerancia cero a la violencia contra las mujeres (que ayudará a reducir la dramática cifra de que el 70% de las mujeres alguna vez han sufrido violencia), la derogación de leyes discriminatorias contra la mujeres (que hacen que las mujeres no puedan disfrutar de sus derechos económicos y civiles), promover la equidad de género (que puede ayudar a reducir la brecha del 40% de oportunidades económicas), terminar con los matrimonios precoces (que salvaría a 142 millones de niñas que podrían ser obligadas a casarse antes de los 18 años en la próxima década) y asegurar que los 31 millones de niñas que no van a la escuela tengan educación (lo que puede aumentar el producto interior bruto de sus países).

La coalición Acción/2015 llama a los líderes mundiales a presentar acuerdos más ambiciosos que defiendan los derechos de las mujeres no sólo como una cuestión de justicia, sino como un punto clave para atacar la pobreza, la desigualdad y el cambio climático en estas dos estratégicas cumbres. Si se consiguen acuerdos medianamente ambiciosos, se podría transformar la vida de miles de millones de mujeres y niñas que son las que más sufren la pobreza, desigualdad  y las consecuencias del cambio climático.