El enfoque de derechos humanos es uno de los puntos más importantes para las organizaciones que observadoras en la COP 21, pero también es un punto que muchos países consideran problemático incluir en el acuerdo.
El cambio climático es una problemática producida por el comportamiento humano y tiene graves efectos sobre las personas en todo el mundo. Cada día vemos como se aumentan las sequias, las inundaciones, como se alteran los ciclos del agua de la agricultura, todo lo cual influye tanto directa como indirectamente sobre una amplia gama de derechos humanos incluyendo el derecho a la vida, a la salud, a la dignidad humana y a la alimentación.
AL mismo tiempo, estas situaciones se agravan cuando se trata de personas en situaciones de pobreza y vulnerabilidad, quienes se ha demostrado son los más afectados por el cambio climático y quienes tienen menor capacidad y recursos para adaptarse a este fenómeno.
El pasado 27 de noviembre la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONUhizo su aporte a la COP 21 en un documento que resalta el entendimiento desde los derechos humanos que se le debe dar al fenómeno del cambio climático. Dentro de los diez mensajes que envío el Alto Comisionado están el tomar medidas para disminuir las emisiones de gases efecto invernadero y contribuir a la prevención de los impactos del cambio climático sobre los derechos humanos; la necesidad de asegurar que todas las personas tengan la capacidad para adaptarse al calentamiento global; asegurar remedios efectivos para las vulneraciones a los derechos humanos que han sido producidas por el cambio climático y establecer responsabilidades; y adoptar procesos e instituciones transparentes que permitan la participación de la sociedad civil, así como medidas para la medición de las emisiones y de los efectos del cambio climático.
En su aporte establece el Alto Comisionado que el desarrollo sostenible tiene como fin último la garantía de los derechos humanos y bajo esta perspectiva el Acuerdo de Cambio climático debe guiarse por los principios del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y las acciones y políticas relacionadas con el cambio climático deben promover el empoderamiento de los ciudadanos, su participación y reconocer los deberes que tienen los Estados con su población en esta materia.
El enfoque de derechos humanos es uno de los puntos más importantes para las diferentes organizaciones que participan como observadoras en la COP 21, pero también es un punto difícil y controversial pues muchos países con situaciones de graves vulneraciones de derechos humanos se niegan apoyar esta postura, incluyendo a Colombia que, a pesar del gran compromiso anunciado por el presidente Santos en su discurso en la plenaria de la Conferencia, considera problemático incluir el enfoque de derechos humanos en el acuerdo.
Sin embargo, otros Estados han dado pasos importantes en este camino durante las negociaciones climáticas. La semana pasada se oficializó la entrada de seis países como suscriptores del “Compromiso de Ginebra para los Derechos Humanos en la Acción Climática”. Esta acción liderada por Costa Rica, y que cuenta ya con 31 países firmantes, fue adoptada en febrero de este año en el marco de las negociaciones del ADP y reconoce que las obligaciones que tienen los Estados en materia de derechos humanos pueden reforzar y guiar las políticas de cambio climático fomentando la coherencia de las medidas que se tomen, su legitimidad y sus resultados a largo plazo. Por ello, los países signatarios se comprometen a facilitar un intercambio de buenas prácticas entre sus compromisos de derechos humanos y los especialistas de cambio climático para fortalecer sus capacidades estatales y dar una mejor respuesta a este fenómeno.
Además, los 20 países del Climate Vulnerable Forum, una coalición que reúne países altamente vulnerables al cambio climático, enfatizaron en su declaración el vínculo entre cambio climático y derechos humanos.
Los Estados del mundo ya han reconocido que el cambio climático es el más grande desafío para la humanidad, esperemos que ahora aquellos que aún no lo han hecho y especialmente Colombia, reconozcan los impactos que este produce sobre los derechos humanos y el texto resultante de la COP 21 incluya este enfoque dentro de sus pilares.
*Investigadora Área de Ciudadanía, Acceso a la Información y Participación Ambiental / Asociación Ambiente y Sociedad.