Palabras de motivación para los delegados
Buenos días distinguidos delegados.
Nosotros los miembros del público queremos reconocer los avances alcanzados en la discusión del instrumento regional hasta el día de hoy, sin embargo estamos altamente preocupados por el giro que tomaron las negociaciones en el día de ayer. Los gobiernos aquí presentes, no están asumiendo el desafío con la ambición necesaria para dar respuesta efectiva a las necesidades de la región que presenta muchas situaciones graves como los ataques y asesinatos diariamente contra defensores ambientales y dirigentes indígenas.
Debemos recordar a los distinguidos delegados de los países comprometidos y responsables de este proceso, que hace 24 años en Rio 92, se hizo un compromiso moral cuando se aprobó el Principio 10, de garantizar acceso a la información, a la participación pública y la justicia ambiental y dejaron claro en ese momento que el mejor modo de gestionar el medio ambiente y los recursos naturales es con la participación de todos, sin embargo lo que observamos ayer fue retrotraer el proceso 24 años atrás. La región, el mundo que nos observa no concibe que los gobiernos después de 4 o 5 años de discusión de un instrumento regional como este, no sean capaces de dar el salto del compromiso moral al compromiso jurídico, la región no le perdonara a los gobiernos aquí presente que los recursos invertidos de sus impuestos para este proceso, sean utilizados para que se repita la misma historia de Rio 92, un compromiso moral, que fue lo que ocurrió ayer, ya localmente se han tomado medidas jurídicas en este sentido, como la creación de leyes de acceso a la información, participación y acceso a la justicia, es por ello que no entendemos la actitud de dos o tres gobiernos en esta sala, en centrarse en proteger a las empresas y su información por encima de los derechos de acceso a la información y los derechos humanos.
Queremos insistir en la importancia fundamental de comprometerse en integrar a la sociedad en su conjunto en la toma de decisiones ambientales que les afectan en materia ambiental, dejando la participación o la entrega de información a la voluntad de los tomadores de decisiones. De no ser así este esfuerzo colectivo, regional y autónomo, habrá sido un rotundo fracaso y Ustedes y nosotros seremos corresponsables.
Las reiteradas referencias a la legislación o a las capacidades nacionales en el texto contradicen la intención de construir un estándar internacional ambicioso en el Acuerdo Regional. Además el cambio en las formulaciones de párrafos que contemplaban obligaciones directas por párrafos en los que los estados no tienen mayor obligación socava el espíritu ambicioso que se supone debería dirigir esta negociación.
El proceso ya ha permitido empezar a fortalecer las capacidades institucionales de los Estados de la región así como de las organizaciones de la sociedad civil. Esas capacidades seguirán fortaleciendo y por lo mismo no hay razón para dilatar avances en las negociaciones ni para apostarle a estándares bajos y superfluos que no contribuirán de manera efectiva a la correcta implementación de los derechos de acceso en nuestros países.
Queremos y exigimos un instrumento regional que sea capaz de disminuir los conflictos ambientales, incrementar el desarrollo sostenible y garantizar la paz en la región y eso solo es posible con un convenio regional fuerte donde haya compromisos claros de participación y legitimación de los procesos ambientales.
Muchas gracias.