Las normas internacionales para la presentación de informes de las industrias extractivas deben incluir transparencia de parte de las empresas de combustibles fósiles respecto a la viabilidad futura de sus proyectos de petróleo, carbón y gas en un mundo cuyas temperaturas se están elevando, de acuerdo con un amplio movimiento de organizaciones ambientales, climáticas y de pueblos indígenas.A solo semanas de que comiencen las conversaciones sobre el clima en París, cientos de organizaciones de todo el mundo (consulte la lista al final del documento) hacen un llamado a la Iniciativa para la Transparencia en las Industrias Extractivas (EITI, por sus siglas en inglés) con sede en Oslo, la cual define los estándares de buena gobernanza en las industrias extractivas. Las agrupaciones, incluidas
Oil Change International, la Fundación Heinrich Böll y el
Climate Justice Programme, escribieron a la EITI solicitando que se enmiende el estándar para la presentación de informes de manera que incluya los riesgos relacionados con el cambio climático.
http://priceofoil.org/2015/10/12/eiti-climate-transparency/
“Esta carta describe una gran variedad de pasos concretos que fomentarían el debate público sobre los riesgos de continuar con la inversión en actividades que generen emisiones de carbono, y cómo poner fin a esta tendencia”, dijo Naomi Klein, autora deThis Changes Everything (Esto lo cambia todo) y The Shock Doctrine (La doctrina del shock). “Para la industria de los combustibles fósiles no puede haber transparencia sin una divulgación total de los riesgos que su modelo de negocios representa de atraparnos en un calentamiento global catastrófico”.
“No cabe duda de que ya es hora de que la EITI considere las implicaciones climáticas de su trabajo”, afirmó Stephen Kretzmann, director ejecutivo de Oil Change International. “Una EITI que no aborda el cambio climático es como una Comisión de Salud que analiza el hábito de fumar, e ignora el cáncer. Si la EITI desea conservar su relevancia en los círculos políticos, debe actuar con rapidez para convertir al cambio climático en una parte central de su mandato”.
Mark Campanale, director ejecutivo y fundador de la Iniciativa Carbon Tracker, celebra el esfuerzo y afirma: “El modelo de negocios de las empresas extractivas de combustibles fósiles lleva en su núcleo la presunción de que todas las reservas conocidas están ahí para ser desarrolladas y quemadas. Este es su riesgo de negocios principal y las redes climáticas están absolutamente en lo correcto al destacarlo como un riesgo financiero sustancial, que no está incluido en la EITI. Ahora, las empresas extractivas de combustibles fósiles deberían revelar la manera en que sus planes de negocios se apegan a un futuro de dos grados y cómo manejarán adecuadamente su inevitable contracción”.
Lili Fuhr, directora de Ecología y Desarrollo Sustentable en la Fundación Heinrich Böll con sede en Berlín, declaró: “Nos da mucho gusto observar este fuerte llamado a favor de dejar el gas, el petróleo y el carbón en el subsuelo de parte de un movimiento de la sociedad civil de tal amplitud y fortaleza. Los países pobres pero ricos en recursos y sus ciudadanos deben contar con información transparente y exhaustiva para elegir una vía de desarrollo futuro sostenible y equitativa. Una EITI reformada que tome en cuenta los riesgos climáticos podría contribuir significativamente a ese objetivo”.
Antecedentes:
Las agrupaciones definen el ‘riesgo climático’ como los riesgos económicos y de inversión relacionados con la reducción de la demanda de petróleo o carbón, o el riesgo de que se emprendan reformas en las políticas que eliminen gradualmente el uso de combustibles fósiles a cambio de energías renovables. También identifican los riesgos cada vez mayores relacionados con los litigios contra la industria de combustibles fósiles por su papel en la contribución al cambio climático y por los esfuerzos de algunos actores para difundir información errónea sobre el cambio climático, para evitar la reforma de las políticas.
La Iniciativa para la Transparencia en las Industrias Extractivas (EITI) es un estándar mundial para promover la gestión transparente y responsable de los recursos naturales. Pretende fortalecer los sistemas de información de las empresas y los gobiernos, contribuir al debate público y aumentar la confianza. En cada uno de los países que la implementan recibe el apoyo de una coalición en la que trabajan juntos gobiernos, empresas y la sociedad civil. Los países que implementan la EITI revelan información sobre el pago de impuestos, las licencias, los contratos, la producción y otros elementos fundamentales en torno a la extracción de recursos.
Actualmente, la EITI cuenta con 48 países que la implementan y con el compromiso de las mayores empresas de combustibles fósiles del mundo; Shell, BP, BHP Billiton, Rio Tinto, Exxon, Chevron, Statoil y Total están representadas en la Junta internacional de la EITI.