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En el marco de la COP21 el gobierno Colombiano hizo oficial una iniciativa nacional y un acuerdo de cooperación internacional para detener la deforestación en el país.
Los bosques naturales representan el hogar de cientos de especies de flora y fauna en Colombia y han sido reconocidos como ecosistemas estratégicos en la lucha contra el cambio climático por ser sumideros naturales del mayor de los contaminantes atmosféricos (dióxido de carbono) y reguladores del ciclo hídrico en el mundo.
Según fuentes oficiales solo en 2014, cerca de 140 mil hectáreas de bosque fueron deforestadas en Colombia. Aun cuando estos ecosistemas representan el hogar para gran parte de las comunidades rurales del país, quienes desarrollan sus prácticas culturales, sociales y económicas a través del uso de estos ecosistemas, el manejo indiscriminado de los bosques y otros recursos naturales se identifica como el foco principal de los conflictos socio-ambientales en el mundo.
En el marco de la COP21 el gobierno Colombiano hizo oficial una iniciativa nacional y un acuerdo de cooperación internacional para detener la deforestación en el país. La iniciativa nacional denominada ‘Colombia Sostenible’ fue anunciada como uno de los programas ambientales para el post-conflicto y apoyada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta se implementará durante 15 años con el fin de recaudar 2.000 millones de dólares para desarrollar proyectos específicos en áreas afectadas por el conflicto. La iniciativa integra a su vez la alianza entre Colombia, Noruega, Alemania y Reino Unido, para reducir la deforestación en la Amazonia al año 2020, y la de todos los bosques al año 2030, a partir del tan controversial mecanismo REDD + y los pagos que se harán conforme se demuestre una reducción efectiva en los niveles de deforestación en el país.
Aunado a lo anterior y de cara al programa Visión Amazonia se proponen nuevas formas de desarrollo para la región Amazónica, que implican entre otras cosas darle un enfoque de desarrollo agro-ambiental a la región, mediante la inclusión de poblaciones indígenas en la planeación, manejo sostenible y gobernanza forestal. Si bien aún no se establece con claridad qué tipo de proyectos están enmarcados dentro del plus (+) de REDD, ni los lineamientos sobre derechos humanos que involucrará el acuerdo final de Paris, es necesario hacer hincapié en el deber de todos los gobiernos y en especial del gobierno Colombiano para que establezca los derechos humanos como prioritarios en el nuevo acuerdo y en la implementación de estrategias como REDD+, pues una adecuada gobernanza forestal solo se logrará con la participación de las comunidades involucradas en la conservación de los bosques, y el debido reconocimiento y garantía de los derechos humanos.
*Abogada e Investigadora del área de cambio climático de Ambiente y Sociedad