Por: David Cruz

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  • A propósito del Segundo Foro de Cooperación Internacional de la Franja y la Ruta realizado en China, compartimos algunas ideas sobre el papel de América Latina a la iniciativa.

Entre el 25 y 27 de abril se estará realizando en Beijing el Segundo Foro de Cooperación Internacional de la Franja y la Ruta, que tiene presencia de 37 líderes de Estado incluyendo jefes de Estado de Austria, Egipto, Hungría, Italia, Rusia, los Emiratos Árabes Unidos, entre otros. Por parte de Latinoamérica, asiste el presidente de Chile, Sebastián Piñera, uno de los países más interesados en integrar la iniciativa y quien ha aprovechado el encuentro para firmar un plan de cooperación con China para el periodo 2019-2022. El presidente chileno ha manifestado que Chile espera ser en un centro de negocios para las empresas chinas y un punto de entrada para que también puedan llegar a toda América Latina (1).

1. Piñera ofrece a Chile como la puerta de entrada de China a Latinoamérica

La Franja y la Ruta o la Nueva Ruta de la Seda, es una de las iniciativas de cooperación internacional más importantes del siglo XXI, liderada por China, que tiene como objetivo construir una red de comercio, inversión e infraestructura para conectar a Asia con Europa, África y Latinoamérica a lo largo de diferentes comerciales. Las inversiones incluyen la construcción de puentes, rutas, puertos y ferrocarriles.

Es importante resaltar que a Chile se suman Ecuador, Cuba, Panamá, Uruguay, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Antigua y Barbuda, Guyana, Surinam y Trinidad y Tobago, quienes han hecho oficial su ingreso al a la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda a través de la firma de memorandos de cooperación. Algunos países como Perú y Argentina han anunciado que podrían firmar el documento en los próximos días.

En el caso de Colombia, durante la última visita del Canciller en diciembre de 2018, manifestó estar abierto a fortalecer las relaciones bilaterales y en escenarios de cooperación multilateral. También se conoce que ha recibido la oferta para ser parte de la Iniciativa, pero aún no se ha sumado (2). Lo mismo ocurre con Brasil, uno de los principales socios comerciales de China, pero quien se ha distanciado retóricamente tras la posesión del nuevo gobierno.

2. Vecinos de Colombia se vuelcan a la nueva Ruta de la Seda china

La iniciativa ha sido criticada desde muchos ángulos y algunos países occidentales mantienen sus reservas ante el proyecto. A muchos de los gobiernos les preocupa los altos costos y la financiación de la Franja y la Ruta, ya que podría suponer un endeudamiento excesivo con China y los beneficios podrían ser desbalanceados. Además, se ha cuestionado la falta de un estudio de impacto ambiental del proyecto y los impactos sociales en las economías locales en las diferentes regiones, especialmente en Latinoamérica y África, donde muchas de las inversiones chinas ya han tenido un impacto socioambiental negativo (3).

3. La otra cara de la inversión en África de la Ruta de la Seda

Ante estas críticas, China ha prometido que la Nueva Ruta de la Seda será “ecológica y sostenible” y generará los mismos beneficios para todos los participantes. También ha manifestado que las nuevas rutas comerciales serán “verdes” y se utilizarán criterios ecológicos en la financiación y la construcción de las infraestructuras (4), lo que incluiría también compromisos en materia de transparencia (5).

4. China promete una Nueva Ruta de la Seda “ecológica y sostenible”

La iniciativa ya tiene un importante reconocimiento y apoyo de varios países de diferentes, pero aún está por verse cómo se materializarán dichos compromisos socioambientales, de transparencia y evaluar los potenciales efectos de implementar esta ambiciosa iniciativa.

5. Xi Jinping defiende las Rutas de la Seda chinas en cumbre en Pekín