Los bogotanos se deben acostumbrar a transformaciones extremas del clima. Habla el Ideam.
Entrevista con Cristian Euscátegui, director de Pronósticos y Alertas del Ideam
¿Niveles de granizo como los del fin de semana tienen antecedentes?
El antecedente más cercano es el del 2007 que se presentó con bastante fortaleza sobre Bogotá.
¿Qué análisis hacen ustedes de la magnitud de la granizada del domingo?
Durante los días antecedentes tuvimos bastante humedad, y esa humedad favorece la ocurrencia de precipitaciones fuertes. Cuando hemos tenido temperaturas altas durante la mañana, da lugar a que se formen nubes de gran desarrollo vertical, es decir que rápidamente tengamos el ascenso de masas de aire, y esas masas de aire, en la medida en que se juntan unas con otras, tenemos nubes bastante espesas, y dan lugar a la ocurrencia de eventos de lluvia fuerte asociados a tormentas eléctricas y a la ocurrencia de granizo en zonas localizadas.
Hay otra situación y es que en una misma nube puede tener potencial de desarrollar tormentas eléctricas y para desarrollar granizo. Y eso tiene que ver con el tamaño de los gránulos que se presentan al interior de la nube, con ascensos y descenso de la nube, lo que da lugar a que se formen unos más grandes que otros. Los más grandes llegan al suelo.
¿Qué llevó a una acumulación tan rápida de hielo en las vías?
Más que todo es el desarrollo de los gránulos al interior de las nubes. Corrientes verticales ascendentes y descendentes al interior de las nubes se van juntando unas con otras, van ganando humedad y en esa medida se van formando de forma redondeada gránulos grandes al interior de la nube que caen por gravedad, unos más grandes que otros. En el momento que pueden descender, que no son elevados por esas corrientes ascendentes, se precipitan, y a la hora de precipitar, los más pequeños se diluyen y los más grandes logran llegar a la superficie del suelo.
¿Esta situación se puede volver a repetir?
Claro, inclusive hoy (martes) podría volverse a presentar. Pero es una situación que se ha vuelto en cierta forma frecuente y que esperamos durante abril volvamos a tener eventos de manera similar, dado el inicio de la temporada de lluvias. Aunque esta transición que hemos tenido ha tenido un comportamiento acentuado en las lluvias, y de cierta forma anómalo, esperamos que disminuyan un poco las precipitaciones a mitad de semana, pero el fin de semana nuevamente se incremente esa probabilidad de lluvias.
¿No sería raro que se presentara una granizada de la misma magnitud en otra parte de la ciudad?
Claro, en abril se podría volver a repetir esa situación. Ayer (lunes), por ejemplo, volvimos a tener una granizada importante hacia la parte norte, no de la magnitud de la que vimos durante el día de ayer (domingo).
¿Se puede hablar del efecto directo del cambio climático?
Esa es una condición netamente meteorológica, y que cambia de un día a otro. Sin embargo, cuando uno asocia esos efectos del cambio climático, básicamente lo que tiene que ver con el cambio de temperatura, con mayor recurrencia de aguaceros, de precipitaciones de corta duración y eventos extremos, este tipo de eventos con mayor frecuencia, estaría en cierta forma asociando a un cambio climático.
Sin embargo para poder llegar a determinarlo con exactitud y con toda la claridad del caso hay que realizar las investigaciones del caso con muchos datos para poder pasar de algo relativamente especulativo a algo ya teórico como tal.
¿No podemos afirmarlo con contundencia?
Correcto. Uno no podría afirmarlo con contundencia más allá de que el cambio climático se asocia en eventos extremos y este ha sido un evento extremo.
¿Usted diría que los bogotanos se tienen que acostumbrar a tormentas repentinas, a granizadas, a aguaceros fuertes?
Sí, nos tenemos que acostumbrar a ello porque es notorio como se ha venido presentando en los últimos años con mayor frecuencia este tipo de eventos. Inclusive le recuerdo algunos eventos que tuvimos en diciembre en zonas cercanas al norte de la ciudad, por allá por la 106 con novena, que tuvimos aguacero fuerte con granizo. Cada vez tenemos más frecuencia en la ocurrencia del fenómeno.
¿Qué hace falta para que podamos hablar de efectos directos del cambio climático?
En principio falta una mayor cuantificación de ese granizo como tal. El granizo es una forma de lluvia y puede presentarse en diferentes puntos de la ciudad, siendo más frecuente en unas zonas que en otras. Se debe hacer un análisis de cuál ha sido la frecuencia de esos eventos de granizo de un año a otro, lógicamente con datos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, quienes son los que llevan estas relaciones y le hacen seguimiento a los eventos que se han dado en una zona y otra asociados a lo meteorológico. Y con esa relación poder determinar que es más frecuente ahora que antes y que lo pueda asociar al comportamiento meteorológico en cada uno de los eventos puede llegar a determinar ciertas conclusiones importantes sobre el tema.