Por: David Cruz
Asociación Ambiente y Sociedad – AAS
Coalición Regional por la Transparencia y la Participación
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En el año 2017, el embajador chino Li Nianping anunció que su país está estudiando la
posibilidad de formalizar un Tratado de Libre Comercio con Colombia . Actualmente,
ambas partes tienen suscrito un Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de
inversiones (APPRI) que establece un marco jurídico para promover, facilitar y proteger
las inversiones del país asiático. Aunque sus cooperaciones aún no han sido tan
significativas, China se ha convertido en el segundo socio comercial de Colombia y
espera consolidar las relaciones comerciales en diferentes áreas. Hasta el momento se
han desarrollado proyectos en los sectores de hidrocarburos, energía e
infraestructura, algunos de los cuales han llamado la atención de la sociedad civil por
sus implicaciones sociales y ambientales (Tabla 1).
Ahora, la agenda política de la cancillería con el gobierno de China, evidencia el interés en hacer seguimiento a la factibilidad de un nuevo acuerdo comercial y en activar otros como el Memorando de Entendimiento Relativo al Desarrollo Conjunto de Proyectos Modelo que se firmó en 2015. Es el caso del Complejo de Actividades Económicas de Buenaventura y el impulso a proyectos agrícolas en la Altillanura colombiana, dos territorios estratégicos para las relaciones con China.
En el caso del Centro de Actividades Económicas de Buenaventura (CAEB), un proyecto de interés nacional que se ubicará en uno de los puertos más importantes del país, China planea construir un Parque Industrial. China y Colombia firmaron un Memorando de Entendimiento para que se impulse la construcción de este parque . Hasta el momento, la zona del proyecto ha sido visitada por la Asociación de Zonas de Desarrollo de la República Popular China y Colombia ha gestionado reuniones con empresas chinas interesadas en el proyecto entre el 2016 y 2017.
Por otra parte, China tiene el interés de desarrollar proyectos agrícolas en la zona de la Orinoquía y la Altillanura y se estima una inversión aproximadamente de 3000 millones de dólares . Aunque aún no hay certeza de qué hectáreas se destinaran al proyecto, es importante mencionar que una porción significativa de tierras de la Altillanura estará destinadas a ser Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (Zidres), cuya Ley, fuertemente criticada, permite la entrega de predios baldíos a empresarios en modalidad de contratos de arrendamiento y las declara como zonas de utilidad pública.
Banca china financia Hidroituango:
También ha sido posible rastrear la llegada de dineros de china a proyectos críticos como la Hidroeléctrica Ituango. En esta ocasión, el financiamiento de la banca china llega principalmente a través de un fondo que administra la banca multilateral. Empresas Públicas de Medellín tomó un crédito de estructura A/B de 1.000 millones de dólares con BID Invest destinado a financiar parcialmente el proyecto hidroeléctrico Ituango. El préstamo incluye un tramo A de 300 millones de dólares del Grupo BID, más 50 millones de dólares del fondo de cofinanciamiento del Gobierno de China administrado por BID y coordinado por el Banco Popular de China. El tramo B del financiamiento compromete 650 millones de dólares aportados por inversionistas institucionales y bancos internacionales como el Banco Industrial y Comercial de China, aunque se desconoce el monto aportado por esta entidad. El proyecto ha sido cuestionado por la sociedad civil colombiana por los impactos y violaciones a los derechos humanos que ha causado, al tratarse de la central hidroeléctrica en construcción más grande del país.
Participación china en Asociaciones Público Privadas y otros proyectos
Según el embajador de Colombia en China, la primera empresa china a la que se le adjudica un proyecto de Asociación Público Privada en Latinoamérica, fue China Harbour Engineering Company para el desarrollo de la Autopista al Mar 2 (referenciada en la tabla 1). Esta misma empresa estaría interesada en hacer parte del proyecto portuario en Tribugá (Chocó), que pretende ampliar las relaciones comerciales entre Asia y América . Además, la Agencia Nacional de Infraestructura, encargada de liderar los proyectos de Cuarta Generación a través de APPs, anunció a finales del año 2017 que la banca china está cerca de llegar a un proyecto entre Medellín y Urabá ; aún se desconoce cuáles serían los financiadores y a qué proyecto en concreto se refiere.
Por otra parte, la empresa estatal “China Railway Group Limited”, está interesada en contribuir en la construcción y financiación del Ferrocarril de Antioquia. Según la información publicada en medios, la participación de la empresa se haría por medio de una asociación público – privada para contribuir a la financiación y construcción de la obra.
Comentarios finales
Las inversiones aquí presentadas permiten dimensionar los intereses chinos en Colombia. Ambos gobiernos han mostrado el interés de iniciar las negociaciones y el estudio de prefactibilidad del Tratado de Libre Comercio, pero aparentemente no se ha concretado un diálogo más a fondo. A pesar de ello, se está preparando el terreno para que en los próximos años las relaciones comerciales se consoliden. Un nuevo acuerdo comercial de libre comercio, podría acelerar su participación en proyectos de infraestructura, agricultura, hidrocarburos y energía.
Por ello es importante estar pendientes al desarrollo de las conversaciones y al despliegue de los proyectos que dentro de los próximos años se empezarán a ejecutar, especialmente a los impactos que puedan generar y al cumplimiento de las normativas en materia ambiental y social. La participación de las comunidades y el acceso a la información son condiciones indispensables para prevenir que las inversiones del país asiático no atenten contra el ambiente y los derechos humanos.