Bióloga y especialista en Manejo Integrado del Medio Ambiente de la Universidad de los Andes, actualmente aspirante a título de Magister en gerencia Ambiental de la misma universidad. Con experiencia en – Gestión y Coordinación de proyectos de Cooperación Internacional en transferencia de conocimiento – Evaluación de Proyectos de Hidrocarburos, – Gestión Ambiental en Industria Agroquímica, Exploración Sísmica 2-D y 3 e Implementación de Programas de Gestión de Manejo de Residuos Sólidos en Sector Minero de Carbón.
No solo el nombramiento de un Ministro de Ambiente, MBA y con gran experiencia en Servicio al Cliente, era necesario para que en Colombia, se quitaran las “trabas al desarrollo”, como han calificado muchos a los temas ambientales. El mismo Presidente Juan Manuel Santos mencionó el compromiso de disminuir los tiempos de la evaluación ambiental de proyectos haciendo referencia a que “algunas empresas consideraban que había demasiadas demoras en el otorgamiento de licencias” (Redacción Vivir, 2014) y dando vía a las famosas “Licencias Exprés”. Sumado a esto, la debilidad institucional y falta de presencia de las Autoridades ambientales también estuvo a la orden del día cuando diferentes sectores como empresas mineras de carbón, comunidades indígenas, sindicatos, la academia, defensores de los derechos humanos y organizaciones ambientales no gubernamentales nacionales e internacionales se dieron cita para discutir sobre “lo bueno, lo malo y lo feo” de la gran minería del carbón (Becerra, 2014). Lo curioso de esto es que uno de los que convocó a este evento fue una empresa Alemana que preocupada por obtener carbón de Colombia que es explotado bajo prácticas ambientales y sociales muy cuestionables, encuentra importante el poder seguir comprando el recurso pero garantizándole a los ciudadanos alemanes que la energía eléctrica suministrada, proviene de las mejores prácticas sociales, laborales y ambientales.
Cabe preguntarse cómo las Licencias Exprés podrán dar cumplimiento a esto, porque precisamente lo que se busca es reducir tiempos, hasta en 5 meses, lo que implica un análisis muy superficial de los diferentes EIA’s de los proyectos para poder cumplir con lo que el “cliente” necesita. En un país como Colombia con una complejidad ecosistémica tan importante, lo que debería ser “exprés” sería la contratación de personal idóneo para la evaluación de proyectos que comprometen los recursos de los que la mayoría de la población depende. Deberían ser “exprés”, los recursos económicos destinados a las Evaluaciones y Seguimiento de los macroproyectos de interés nacional a los que se les está cargando el desarrollo del país. Debería ser “exprés” la imposición de multas y sanciones a quienes violen la legislación y cometan delitos ambientales. Pero parece que el sentido de “exprés” está totalmente invertido y lo que es “exprés” se enfoca en los intereses de unos pocos que generan muchos beneficios privados pero también muchos costos sociales y ambientales.
Es increíble como en Colombia un trámite cualquiera ante organismos del Estado puede tardar años, décadas cuando se trata de dar respuesta a injusticia social o negligencia del Estado o desfalco a la Nación. Pero cómo cuando se trata de un servicio al “cliente” que invierte dinero en el país, se corre, se apresura y se hace todo lo que está al alcance de la mano para facilitarle todos los procesos y dar respuesta rápida a sus requerimientos, así esta inversión implique la gran mayoría de veces la pérdida de un patrimonio natural irremplazable. Es cierto que en temas ambientales podría haber mayor diligencia en algunos trámites pero cuando se trata de lugares en donde se está comprometiendo el verdadero oro del planeta que es el agua, cuando se trata de la afectación de servicios ecosistémicos que a futuro generarán pasivos sociales y ambientales por la toma de una mala decisión, de una decisión “exprés” que no evalúa como debe ser; lo “exprés” se volverá eterno cuando la escasez de agua, la contaminación de aire, suelos y agua, las enfermedades y todos los impactos generados se materialicen y dejen ver sus consecuencias.
Colombia tendrá que decidir si a cada inversionista “se le tiene” lo que desea o si el cliente y a quien se le deben garantizar las mejores condiciones somos los colombianos.
Bibliografía
Becerra, M. R. (21 de Septiembre de 2014). Lamentable ausencia. Diálogo minero. El Tiempo, pág. 8.
Redacción Vivir. (17 de Septiembre de 2014). Licencias Ambientales Exprés. El Espectador, págs. http://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/licencias-ambientales-expres-articulo-517382.