Asociación Ambiente y Sociedad (AAS) como miembro de La Alianza Latinoamericanca Frente al Fracking -ALFF, la organización Amigos de La Tierra Europa y la Fundación Heinrich Böll Cono Sur presentan un informe sobre el fracking en la región titulado: Última frontera políticas públicas, impactos y resistencias al fracking en América Latina. AAS participa, tanto en el foro que se realiza del 19 al 22 de septiembre para dar a conocer los resultados de esta investigación en Montevideo, como en las distintas actividades preparadas en Colombia durante la Segunda Jornada Nacional contra el Fracking en Colombia para unirse a la campaña en contra de este método de exploración de gas y petróleo.
El informe de la ALFF reúne las experiencias de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia y México alrededor de la fracturación hidráulica o fracking. A partir de un contexto general, la exposición de las distintas políticas públicas para cada país, en análisis del impacto para cada uno y el resumen de las resistencias civiles e institucionales, esta investigación propone una hoja de ruta para empezar la búsqueda de otras fuentes de energía y empoderar a las comunidades para que continúen con la defensa de sus territorios.
La actividad en Montevideo es un espacio para consolidar redes de trabajo. Allí, los representantes de las distintas organizaciones de la sociedad civil expondrán su experiencia en cada país y contarán las razones por las cuales trabajan este tema. Además, este será el espacio para evaluar los resultados que se han alcanzado hasta el momento y los objetivos que quieren alcanzar. En esta reunión se plantean preguntas como si es deseable que se prohíba definitivamente el fracking o si el ideal es que se regule de manera más responsable, entre otras.
Por otro lado, esta semana también es el espacio para socializar los resultados de la investigación. El documento explica de forma breve y gráfica cómo funciona el fracking y, además, ubica en el mapa de cada país las distintas zonas donde se está implementando esta técnica.
Llaman la atención, en particular, los distintos apartados que resaltan los datos o negociaciones que se han caracterizado por el “secretismo” u ocultamiento de la información. Basta con mencionar la negociación entre la petrolera argentina YPF y Chevron por el área de Loma Campana (en la que se negó a la comunidad mapuche el derecho a la consulta previa), o la estructuración de una política pública para hidrocarburos no convencionales en Colombia sin una línea base que consolida los posibles impactos sociales y ambientales de estas técnicas.
En general, hay un común denominador que ha desencadenado la popularidad de los métodos no convencionales. Los investigadores coinciden en que la extracción descontrolada de los últimos años agotó las reservas. Y ante la ausencia de otras fuentes de energía, los gobiernos están repitiendo la idea de que el fracking no solo es viable, sino además necesario y urgente. “No podemos darnos el lujo de no hacer fracking”, declaró en su momento Juan Carlos Echeverry, presidente de la Empresa Colombiana de Petróleos – Ecopetrol. Pero los investigadores del caso colombiano, entre los que se encuentra Milena Bernal, de la Asociación Ambiente y Sociedad, afirman que el desarrollo de esta estrategia tampoco ha considerado las prohibición a este método en estados como el de Nueva York en Estados Unidos.
El informe también encuentra coincidencias sobre el impacto que genera el fracking en las comunidades y sus entornos. En Argentina, además de las fugas de gas y las inquietudes por la pérdida de material radioactivo, las comunidades se han visto afectadas por la represión de las autoridades policiales y la criminalización de sus acciones de resistencia. Los cultivos de manzanas y peras ahora son limítrofes con las zonas de exploración y los suelos empiezan a contaminarse.
En Bolivia ya han denunciado la contaminación de los pozos acuíferos y los riesgos por la inestabilidad del terreno.
En Brasil, donde todavía no se aplica esta técnica, las comunidades ya se informan constantemente para prevenir a las autoridades y evitar que se implemente esta estrategia.
Pero en casos como el de Colombia, México o Chile es difícil enunciar las consecuencias pues las negociaciones, la estructuración de políticas públicas y las características de los proyectos se han desarrollado bajo estricta confidencialidad. En Colombia, en particular, preocupa que se haya importado el mismo modelo que ya ha sido rechazado en distintas partes de Estados Unidos sin siquiera evaluar el posible impacto en el país.
A todo lo anterior se suma la evidencia científica que ya ha sido recolectada por los países que fueron pioneros en la implementación del fracking. En todos los países estudiados por la ALFF, la implementación de esta técnica ha repercutido en graves violaciones de Derechos Humanos y la falta de información ha sido el común denominador
Finalmente, Asociación Ambiente y Sociedad espera que la Segunda Jornada Nacional contra el Fracking en Colombia sirva para crear conciencia dentro de más organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, con esta investigación planean exponer argumentos a las autoridades para que den un giro a la manera como han orientado la implementación del fracking en la región.
La Alianza Latinoamericana frente al Fracking es una alianza de varias organizaciones, expertos y activistas de México, Colombia, Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Perú, Uruguay que trabajan en el tema de fracking.