Después de tres años de consultas, de duro trabajo y de negociaciones intensas, 193 gobiernos se reunieron en la tarde del domingo 2 de agosto gracias a una visión compartida y al plan de definir nuevas metas globales, los objetivos de desarrollo sostenible, para el futuro de la humanidad, cuya adopción se realizará durante la Cumbre de septiembre. “La transformación de nuestro mundo: Agenda para el 2030 para el Desarrollo Sostenible” ​​que  concluyó ​con​  una ovación de pie. Los co-facilitadores del proceso post-2015, el Embajador Macharia Kamau de Kenya y el Embajador David Donoghue de Irlanda, así como la Asesora Especial del Secretario General Amina Mohammed, recibieron elogios merecidos por su liderazgo y persistencia.

Como el Embajador Kamau señaló en su clausura, este ejercicio fue uno de los más complejos en la historia de la ONU a nivel político, intelectual y técnico -por lo que no es poca cosa que 193 naciones llegaron a un consenso. Reafirmando la vitalidad de la cooperación global y del multilateralismo, Suiza dijo “La idea de conseguir que 193 países se pongan de acuerdo colectivamente sobre un camino para la humanidad y nuestro planeta en un momento de incertidumbre mundial, de crisis económicas y de desastres naturales podría haber parecido absurda. Y sin embargo, hoy es la prueba de que teníamos razón de no perder la esperanza.” El embajador de Sudáfrica, en nombre del Grupo de los 77 y de China, citó a Nelson Mandela diciendo: “siempre parece imposible hasta que se hace.” Le animamos a leer algunos de las declaraciones de clausura de estas negociaciones, en particular las de la India y de los EE.UU.; ya son poderosos recordatorios del objetivo de estos esfuerzos.

El documento final detalla 17 objetivos de desarrollo sostenible integrados e indivisibles que se basan sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio y abordan cuestiones que los ODM no abordaron, estimulando la acción para las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y la cooperación. Esta agenda para el 2030 es un plan ambicioso para la acción colectiva cuyo objetivo es transformar el destino de la humanidad, poniendo fin a la pobreza extrema, manteniendo la armonía con nuestro planeta, y enfrentándonos a otros problemas mundiales que continúan desafiándonos. [Tenga en cuenta que la versión final aún no está disponible, pero la penúltima versión del proyecto se puede encontrar    aquí.] Por encima de todo, como éste es el producto de un esfuerzo sin precedentes de más de tres años, comenzado por el Grupo de Alto Nivel, para involucrar a los gobiernos, a la sociedad civil, al sector privado y a los ciudadanos, es una agenda que refleja las ideas y aspiraciones de las personas en todo el mundo. Esa sensación de apropiación será fundamental en los próximos meses y años.

 

Al inicio de la última reunión, el Embajador Kamau llegó a la tarima con una niña en los brazos, diciendo que estos acuerdos la conciernen, ella y el mundo del que heredará. El “llamado a la acción” de la Declaración nos recuerda que “el futuro de la humanidad y de nuestro planeta está en nuestras manos”, y en las manos de los niños, de jóvenes mujeres y de los hombres que son “agentes de cambio fundamentales que encuentran –gracias a los nuevos objetivos- una plataforma para canalizar sus capacidades infinitas en la creación de un mundo mejor”.

En nombre de la Fundación de la ONU, nos gustaría felicitar a todos por ayudarnos a sentar las bases para nuestros futuros agentes de cambio. Es un privilegio para nosotros ser parte de este proceso y apoyar a la ONU y a sus países miembros. Esperamos poder continuar este viaje y asumir esta gran misión juntos. Ahora a por Septiembre!

Cordialmente,

Elizabeth Cousens y Minh-Thu Pham

Fundación de las Naciones Unidas

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