El Papa y su fuerte mensaje medioambiental para Colombia

a-Contenido informativo propioEl Papa y su fuerte mensaje medioambiental para Colombia

A pesar de que lleva solo dos días en nuestro país, Francisco ha expresado varios mensajes encaminados a la conservación y el cuidado de la naturaleza. Se espera que en Villavicencio el mensaje “verde” sea más fuerte

Fuente oficial:

Semana Sostenible

Desde el anuncio de que la primera encíclica de Francisco como Papa, en el 2015, abordaría en su totalidad el tema del medioambiente, muchos se percataron de que el pontificado de Jorge Bergoglio estaría enmarcado con un fuerte mensaje en pro de la conservación y el cuidado de la naturaleza. En su visita a Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo, este mensaje cobra aun mayor importancia y el argentino no ha dudado en invitar a las autoridades y a los demás colombianos a valorar la diversidad biológica del país.

La primera alusión al medioambiente del Papa en Colombia se dio en el Palacio Cardenalicio durante la reunión con los obispos colombianos, allí Francisco dijo a los prelados que presten principal atención a la región de la Amazonía, “un pensamiento quisiera dirigir a los desafíos de la Iglesia en la Amazonia, región de la cual, con razón, están orgullosos, porque es parte esencial de la maravillosa biodiversidad de este país”.

En el mismo sentido se refirió al gran conocimiento que albergan los indígenas, quienes profesan un amplio respeto por la vida y la naturaleza, “me pregunto si somos tan capaces de aprender de ellos la sacralidad de la vida, el respeto por la naturaleza”, aseguró. Y puntualizó “en algunas lenguas nativas amazónicas para referirse a la palabra amigo se usa la expresión ‘mi otro brazo’. Sean por lo tanto el otro brazo de la Amazonia. Colombia no la puede amputar sin ser mutilada en su rostro y en su alma”.

Esta postura pro naturaleza ya había sido adelantada por Guzmán Carriquiry, vicepresidente de la Comisión Pontificia para América Latina cuando se anunció la venida del Papa al Colombia, “no va a dejar de hablar el papa de la Amazonía y más desde Villavicencio, con al horizonte Los Llanos y toda la región amazónica. Las enseñanzas de su encíclica Laudato Si estarán presentes allí”.

Esto se confirmó con el discurso que emitió Francisco en la Casa de Nariño en el que inició su alocución diciendo, “Colombia es una nación bendecida de muchísimas maneras la naturaleza pródiga, no solo permite la admiración por su belleza sino que también invita a un cuidadoso respeto por su biodiversidad. Colombia es el segundo país del mundo en biodiversidad y al recorrerlo se puede gustar y ver qué bueno ha sido el señor”.

Durante su intervención el Papa resaltó varios de los santuarios naturales con los que cuenta el país lleno de selvas lluviosas, páramos, el Chocó biogeográfico, los farallones de Cali y las Sierras como La Macarena y la Sierra Nevada de Santa Marta.

Francisco y su encíclica ecológica ‘Laudato Si’

El 18 de junio del 2015, Francisco publicó su primera encíclica como máximo jerarca de la Iglesia Católica. En un documento de más de 200 páginas el papa condena el consumismo y el capitalismo salvaje al señalarlos como responsables de la degradación de la Tierra. En el texto hace un reclamo por una “revolución valiente” para salvar el planeta.

En uno de sus apartes más destacados señala que “la humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilo de vida, de producción y de consumo”, mientras que en una de las frases más contundentes del documento asegura que “la Tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”.

Francisco propone ante todo un nuevo modelo de desarrollo, basado en la sobriedad y la solidaridad, y analiza a lo largo de varios capítulos las razones del deterioro del planeta y de cómo las estructuras de poder lo han ocasionado. “Hoy cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta”, escribió el papa.

El documento que está dirigido a todo el mundo, y no sólo a los católicos, pide ante todo “responsabilidad” de cara a la destrucción del planeta.